El Ayuntamiento de Toledo conserva, en la biblioteca del Archivo Municipal, este ejemplar impreso de la primera edición de la Constitución de 1812, regalado por Rafael Manglano, diputado en las Cortes de Cádiz por la provincia de Toledo.
Para conocer su origen tenemos que remontarnos a unos años antes. Sabemos que por un Real Decreto de 8 de septiembre de 1810 se ordenó que, de entre los residentes en la ciudad de Cádiz, se celebraran elecciones a diputados suplentes por las provincias de España invadidas por los franceses, para que participaran en las Cortes generales extraordinarias. Con este fin se reunieron en esa ciudad, el 20 de septiembre, varios emigrados, naturales y vecinos de la provincia de Toledo, en la Casa Hospital de Mujeres, denominada del Carmen, y por votación eligieron como tal diputado suplente al mariscal de campo Rafael Manglano y Quijano.
Este militar había nacido en Ocaña el 27 de octubre de 1756 y allí moriría el 3 de noviembre de 1817. Desde joven se inclinó por la carrera de las armas. En 1777 era ya guardia de corps, aunque será durante la Guerra por la Independencia cuando alcance sus máximos honores militares al ser nombrado brigadier en 1808 y mariscal de campo en 1809. Durante la contienda bélica participó en la batalla de Talavera de la Reina, el 28 de julio de 1809, resultando herido de bala por lo que quedó inútil para el servicio. Poco después, huyendo del enemigo, se desplazó a Cádiz y, tras su elección como diputado suplente, participó activamente en las Cortes gaditanas hasta la aprobación del texto constitucional.
De su actividad en Cádiz se tuvo noticia en la sesión del ayuntamiento de Toledo, celebrada el 5 de octubre 1812. Allí se leyó una carta en la que el mariscal de campo decía que no mandaba un ejemplar de la Constitución de los pocos que se ha tirado de lujo por no estar acabado de encuadernar, pero así que lo esté lo remitiré para que se conserve en este Ilustrísimo Ayuntamiento. La recepción del ejemplar se produjo definitivamente en la sesión de 30 de julio de 1813, portado por Pedro Rivero de la Encina, vicario general eclesiástico, con una carta de Rafael Manglano en la que expresaba:
En los días que el Pueblo español recupera sus antiguos derechos a fuerza de tantas angustias y trabajo y de tantas víctimas inmoladas en el altar de la Patria, justo será lo celebremos dándonos mutuamente mil enhorabuenas, mayormente hallándose ya evacuada de enemigos la Provincia que tengo el honor de representar en el Augusto Congreso Nacional.
Con tan plausible motivo no puedo menos de felicitar [a] ese Muy Noble e Ilustre Ayuntamiento a quien, en prueba de mi gratitud, aprovecho la oportunidad de pasar a esa el Señor don Pedro Rivero, Vicario general del Arzobispado, para remitir a Vuestra Ilustrísima un ejemplar de la Constitución Política de la Monarquía Española para que guarde perpetuamente en el Archivo de ese Ilustre Ayuntamiento.
Ese sagrado código nos ha abierto y perpetuado el camino de gloria que el despotismo y arbitrariedad había puesto intransitable. Es en el que se contienen las más sublimes máximas de la Política y felicidad pública y, por último, es el que asegura nuestra independencia y libertad presente y futura. Y si antes fuimos el objeto de lástima, y aun de oprobio de los Pueblos libres de la Europa, en adelante, a merced de él, seremos el de la admiración y aun envidia de los extranjeros que, a bien seguro, no se burlarán más de nuestro candor, y hará que los ciudadanos Españoles sean envidiados en la Europa libre.
Me congratulo al verme en la lisonjera ocasión de ofrecerme muy de veras a ese Ilustre Ayuntamiento, y espero que, con la mayor confianza, me dirija las instrucciones y solicitudes que estimen más útiles a esa leal Provincia para hacerlas presentes al Augusto Congreso de las Cortes Generales y extraordinarias, no dudando serán atendidas y tengan el feliz éxito que merecen los planes que nos conducen a la salvación de la Patria, para lo que convendrá y apreciaré tenga la bondad Vuestra Ilustrísima de comunicarlo a los nobles Pueblos de su comprensión.
Nuestro Señor prospere muchos años la vida de Vuestra Ilustrísima como desea su representante. En Cádiz, a veinte y seis de septiembre de mil ochocientos doce, y primero de la Constitución.
Ilustrísimo Señor Rafael Manglano.