Este proyecto se puso en marcha en base a un acuerdo entre el Consistorio y el Consorcio de la Ciudad para la recuperación de espacios como taludes, rodaderos, parterres o jardines, que tradicionalmente han sido lugares degradados y con total ausencia de un proyecto de recuperación.
Otra de las finalidades de este proyecto ha sido el fomento del empleo, ya que gracias a él se ha contratado a 44 trabajadores que han recibido la formación necesaria para la realización de estas actuaciones. La labor se ha realizado en torno a varios aspectos fundamentales para la regeneración y consolidación vegetal del Casco Histórico, como son el sellado y solado de espacios, la regeneración vegetal de áreas degradadas y el tratamiento medioambiental de dichas zonas o el tratamiento de áreas monumentales.
Todo ello, al objeto de mejorar la imagen del Toledo antiguo tanto para los toledanos como para los turistas, a los que se ofrece desde ahora un nuevo atractivo de calidad y de excelencia. Durante estos cuatro años se han rehabilitado zonas como el entorno de la Casa del Diamantista, la Senda Ecológica, el Paseo de Cabestreros, el jardín del Paseo del Tránsito, la calle Unión, Alféreces Provisionales, el Corralillo de San Miguel, la Plaza de la Concepción, zonas bastante frecuentadas y que hasta hace poco no estaban bastante cuidadas.
No obstante, también se ha actuado al detalle en espacios menos visibles como los parterres de la Bajada del Barco, los de la Plaza Padilla o los de San Cristóbal, entre otros muchos, así como en taludes como el de San Lucas, los balcones del Paseo de La Vega, de San Miguel, Bajada de las Carreras o la Senda Ecológica de Cruz Verde.
Una de las actuaciones más importantes de este programa, que aún se sigue desarrollando, es la restauración de los taludes entre el Baño de La Cava y el Puente de San Martín, en la que se ha procedido a la limpieza del entorno y la creación de plataformas para un tratamiento integral con retención de tierras y consolidación de plantas y arbolado.
Además la zona entre murallas se ha acabo con materia vegetal y grava para resaltar el material histórico. También cabe destacar que, completando estas actuaciones, se ha seguido realizando una labor de conservación de aquellas áreas rehabilitadas, una labor no continuada pero sí permanente para la consolidación de ciertos espacios y la total regeneración vegetal de estos entornos.
De este modo se ha conseguido mantener atractivo el Casco Histórico de la ciudad, por el que pasan cada año millones de turistas, lo que supone una importante fuente de riqueza. El proyecto se ha desarrollado siempre bajo el control de una Comisión Mixta compuesta por el Consorcio de la Ciudad y la Escuela Taller de Restauración que ha garantizado el buen funcionamiento y desarrollo del proyecto.