La Junta de Gobierno de la Diputación Provincial de Toledo aprobó esta actuación el pasado viernes y la misma cuenta con una inversión aproximada de 70.000 euros y consiste en la construcción de un nuevo colector bajo tierra que, a través de un sistema de bombeo, evitará que las aguas residuales puedan discurrir por el cauce del arroyo.
Esta obra de urgencia se desarrollará también con la mayor celeridad posible de cara a la próxima temporada de lluvias en el otoño, que, de no hacer esta actuación, podrían provocar nuevos problemas de arrastres de tierra y que, como ha sucedido en otras ocasiones, se colapsaran las canalizaciones.
Al tiempo que se desarrollan las obras de urgencia, se está redactando un proyecto definitivo para buscar una solución definitiva a la actual situación y que supondrá el traslado de las canalizaciones y el colector fuera de los márgenes actuales del arroyo.
Se trata, en palabras del concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Javier Nicolás, de “una buena noticia”, especialmente para los vecinos del barrio de San Antón, que esperaban una solución a este problema lo antes posible.