La actuación ha consistido fundamentalmente en la mejora del firme con zahorra artificial y una emulsión para compactar y dejar regular los 7.000 metros cuadrados del terreno sobre el que se encuentra este aparcamiento, una superficie de la que es titular el Ministerio de Defensa.
Por dicho motivo, las mejoras de esta instalación sólo pueden ser de carácter provisional, puesto que la propiedad de los terrenos son del Gobierno, aunque haya una cesión momentánea al Ayuntamiento para utilizarlo como aparcamiento.
La superficie se encontraba en muy malas condiciones, sobre todo tras las últimas lluvias caídas en la ciudad, por lo que los ciudadanos que lo utilicen el próximo martes “van a encontrarse con un aparcamiento nuevo”, apuntó el concejal Gabriel González, responsable del Área de Gestión de los Servicios, encargada de esta actuación.
Mejora de más aparcamientos disuasorios
El concejal explicó que esta mejora forma parte de las actuaciones programadas por el Consistorio toledano para adecentar zonas urbanas, entre ellas algunos aparcamientos, como el disuasorio de la calle Dinamarca, en el cual se está instalando iluminación pública, se va a asfaltar y se va a pintar.
Dicha actuación tendrá un coste de unos 42.000 euros sobre un terreno propio del Ayuntamiento y permitirá reordenar el aparcamiento que anteriormente había sobre tierra y con una iluminación totalmente obsoleta.
Integración de Santa Teresa y Vega Baja
Por su parte el alcalde de Toledo, aprovechó la visita para destacar el esfuerzo que el Ayuntamiento está realizando con otras administraciones en todo el entorno de la Vega Baja, junto al barrio de Santa Teresa, que se convertirá en un punto de integración “simbólica” para futuras generaciones.
En este sentido, García-Page dijo que hay que afrontar la urbanización de todo el entorno de una manera “amable y armoniosa” para integrar todo la zona del río Tajo y la Fábrica de Armas con el barrio de Santa Teresa.
Por ello, el regidor toledano aseguró que se trabaja “con una mentalidad doble", al objeto de que Vega Baja sea un gran espacio cultural integrado en la trama urbana de Toledo y al mismo tiempo se siga trabajando en las excavaciones arqueológicas.
Asimismo, destacó que se será sensible con la posibilidad de utilizar parcelas que bajo ningún concepto tengan importancia arqueológica y con un especial cuidado paisajístico se puedan utilizar como dotaciones públicas e incluso comerciales.