García-Page, quien inició su intervención lamentando la tragedia de Haití, enfatizó en este aspecto de “ensanchar” la democracia porque, según dijo, “no todo el mundo lo tiene tan claro”.
El alcalde también apostó por cultivar la memoria y la democracia porque “no vale tan solo con tener un magnífica constitución”.
“La memoria y la realidad necesitan ser expuestas”, subrayó.
García-Page consideró un acierto premiar a Francisca Sauquillo “porque se ajusta mucho a la intención por la que se creó este premio”.
De esta manera, agradeció y reconoció a la galardonada su labor “porque ella es un testimonio vivo de que para conseguir la democracia hay que luchar”.
En este orden de cosas, ensalzó el trabajo de Sauquillo en el campo vecinal, feminista y en el referido a los derechos y las libertades públicas.
El premio “Abogados de Atocha” fue creado por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha en el año 2002 para distinguir a aquellas personas, colectivos e instituciones que hayan destacado en la defensa de los derechos humanos y las libertades públicas.
En esta sexta edición, el premio “Abogados de Atocha” se concedió a Francisca Sauquillo, creadora en el año 1967 de uno de los primeros despachos laboralistas en Madrid.
Sauquillo también destacó por su defensa de las libertades vecinales. De esta manera, creó en el año 1965 la primera asociación de vecinos de España en el barrio de Palomeras Bajas de Madrid.
Sauquillo también destacó en el ámbito político y en la defensa de los derechos de los consumidores.