El regidor toledano, tras cinco minutos de silencio y en nombre de toda la ciudad expresó su tristeza y su dolor contenido por el asesinato del brigada, así como la “desolación, el dolor y la inmesa rabia” del pueblo toledano por la muerte a manos de ETA de nuevo de un inocente.
El alcalde de Toledo aseguró no obstante que es necesario mantener la esperanza y confiar “en que somos nosotros, quienes repudiamos la violencia, quienes disponemos de las herramientas democráticas necesarias para terminar con el sanguinario hacer de la banda terrorista ETA”.
“La ira de los terroristas no les permite saber vivir en una sociedad libre, una sociedad para todos, una sociedad que respeta los derechos de los seres humanos como es la española”, agregó García-Page.
Lo único que consiguen los terroristas con sus acciones, apuntó, es “autoexcluirse de nuestro sistema político y de nuestra sociedad”.
“ETA es cobarde. Tanto que no es capaz de alcanzar sus pretensiones bajo el diálogo democrático. Su chantaje es estéril, inútil y no lleva a ningún sitio. Todos estamos convencidos de ello. Y hoy, aquí, queda patente”, concluyó el alcalde.
A la concentración celebrada este mediodía en la Plaza del Ayuntamiento de Toledo acudieron entre otras personalidades, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz Cano; el presidente de las Cortes regionales, Francisco Pardo; el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y e cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares.
Asimismo, estuvieron presentes la consejera de Administraciones Públicas y Justicia, Magdalena Valerio, y la consejera de Cultura, Soledad Herrero, así como los concejales de la Corporación municipal y representantes políticos y sindicales.