García-Page realizó estas declaraciones durante su visita a la Exposición Internacional de Zaragoza, dedicada en exclusiva al agua, con motivo de la celebración del Día de Castilla-La Mancha.
El alcalde aseguró que un país como España, actualmente la octava potencia económica del mundo, “no puede tener en su debe, que ese merecimiento se haga a costa de sus ríos y menos, desde luego, del Tajo, que es al que a nosotros más nos importa”.
“Yo como alcalde –añadió García-Page- no voy a conformarme con que se arreglen las riberas, que queden, sino que quiere contribuir al fondo del asunto que es que mejore la calidad de su agua”.
El regidor toledano reclamó por tanto “conciencia con el agua” a todos los ciudadanos para que algunas personas se den cuenta de que los ríos no son una fuente de hacer dinero y especular, sino que “los ríos deben ser ríos y llevar su agua”.
Este es, afirmó, el mensaje final de la exposición que se plantea en el pabellón de Castilla-La Mancha en la Expo de Zaragoza, a cuyos habitantes, al igual que a todos los aragoneses, les dio su apoyo en su oposición al trasvase del Ebro.
“Si yo fuera de aquí y mirara al Tajo, sólo con la experiencia que hemos tenido nosotros sólo con él, en la vida me creería ningún discurso sobre trasvases”, manifestó y añadió que lo único que envidia “es que es más fácil no hacer un trasvase que está en proyecto que quitar uno que lleva ya más de treinta años hecho”.