Esta sanción fue acordada por la Junta de Gobierno Local en su última reunión después de la apertura del expediente sancionador a dicho local, donde se expidió una botella de whisky a tres menores de edad.
Perezagua explicó que se trata de la máxima sanción que se puede poner y que la misma podría acarrear incluso la pérdida de la licencia al establecimiento. Aseguró que se trata de “una sanción ejemplarizante” y que el Consistorio toledano llegará a tomar la decisión de cerrar el establecimiento “si se sigue vendiendo alcohol a menores”.