La EMV mantiene así sus anunciadas previsiones de alcanzar las 500 viviendas programadas en esta legislatura. Recordemos que la EMV está construyendo 73 viviendas para alquiler en Azucaica, Santa Bárbara y el Casco y además se continúan tramitando nuevas promociones de vivienda en Santa Bárbara, 27 en la Calle Estudios, 49 en la Calle Navidad y otras 64 en la parcela municipal de los terrenos anejos a la estación de ADIF. Todo ello supondrá 512 viviendas. Aunque todas ellas se adjudicarán el año próximo, la mayoría las entregarán quienes dirijan la EMV en la siguiente legislatura, como a los actuales gestores les correspondió concluir y entregar las 122 de Azucaica que venían de la anterior etapa.
Hay incluso más proyectos en marcha. Se ha propuesto a ADIF la compra de su propia parcela, situada junto a la municipal, que permitiría construir otras 64 viviendas y pronto el Alcalde y Presidente de la EMV firmará un Convenio con la Junta de Comunidades que permitirá acceder a nuevo suelo en el Polígono que quedará programado par la siguiente legislatura. Además se está trabajando en los proyectos de rehabilitación en el Casco y Palomarejos.
Es cierto que el ritmo no es el que se hubiera deseado. Las promociones inmobiliarias llevan tiempo, entre 30 y 36 meses desde que se inicia la tramitación para obtener suelo hasta que se entregan las viviendas, y la EMV en esta etapa se ha encontrado además con dificultades excepcionales. Los proyectos que había en cartera se han tenido que rehacer y retomar y ha habido que buscar suelo para iniciar promociones, empezando por permutar el suelo adquirido por la EMV en Vega Baja por otro en el Polígono.
Y por si fuera poco ha habido que atender gastos extraordinarios de reparaciones en promociones de vivienda anteriores, como La Legua, que sirvieron para “hacer caja” y presumir de resultados positivos de la EMV pero que a la larga han salido muy caras, pues prácticamente el 40 % del resultado negativo de la EMV es achacable a estos gastos de reparaciones. Resultado negativo que es coyuntural y no le cuesta ni un euro a los toledanos.
Pese a todo se está haciendo vivienda asequible y por primera vez hay política municipal de vivienda, con una oferta diversa y donde el objetivo es atender a las necesidades de la población, especialmente de los más jóvenes que son el 75 % de los demandantes, creando al tiempo actividad económica y empleo.