El concejal de Servicios Sociales, Javier Mateo, ha expresado este jueves que el próximo reto de Toledo, una vez que ha obtenido el sello como Ciudad Amiga de la Infancia por parte de UNICEF, es la puesta en marcha de un Plan de la Infancia “consensuado con toda la ciudad” que pase, en líneas generales, por “fomentar la participación infantil y adolescente, dándoles voz y colaborando con los centros de educación”.
Mateo ha manifestado que el sello, cuya concesión fue anunciada públicamente el pasado lunes, supondrá “un acicate” para el Consistorio capitalino de cara a la próxima puesta en marcha del Plan de Infancia y también “un compromiso de futuro” al reconocer la voluntad “pública y política” del Ayuntamiento de “trabajar en serio por, para y con la infancia”, así como el compromiso de avanzar en materia de políticas activas de la infancia.
El edil de Servicios Sociales ha estado acompañado en su comparecencia por el delegado provincial de UNICEF, José María Calvo, quien ha felicitado al Consistorio por el trabajo “técnico y de coordinación” desarrollado, que ha motivado la obtención de este reconocimiento –el primero en la provincia- que representa “el comienzo de un largo camino” en el que también participan otros 170 municipios de toda España.
“Se trata de un camino a la innovación, a la implementación de políticas, de mejora de la calidad de vida y un intento porque todas las fuerzas sociales se vuelquen en el interés del menor a partir de la participación de éste en la vida ciudadana”, ha dicho Calvo.
Implicaciones
Mateo ha desgranado las implicaciones que supondrá este reconocimiento, entre ellas, que las políticas de infancia y adolescencia estables no solo benefician a los niños, niñas y adolescentes, sino que se extienden a la población; supone también el desarrollo de acciones preventivas para que los ciudadanos del futuro sean participativos y sensibles en derechos. Además, es una oportunidad para trabajar de forma coordinada en pro del bienestar de la infancia y adoptar una nueva filosofía para modificar la ciudad y acometerlo desde una perspectiva de transversalidad.
Entre los objetivos futuros que plantea este reconocimiento, el edil ha abordado como más significativos “pasar de lo cuantitativo a lo cualitativo, trabajar siempre con la mirada de los niños como sujetos activos de participación” y abordar este trabajo a través de ejes transversales de trabajo en el Consistorio.
Según ha dicho Mateo, este sello es fruto de un proceso que comenzó con el reconocimiento de buenas prácticas a la puesta en marcha de los caminos escolares seguros, posteriormente la constitución del Consejo de Participación Infantil y Adolescente –una de las primeras iniciativas del actual Gobierno municipal-, la creación de la Comisión Interdepartamental de Infancia y Adolescencia en el Ayuntamiento y el “apoyo unánime y sin matices” en el Pleno al respaldo de esta propuesta para que Toledo formara parte de esta red de ciudades Amigas de la Infancia.
A partir de ahí, el “arduo trabajo” de los técnicos del Consistorio, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, ha motivado este resultado, que se materializará el próximo mes de noviembre con la celebración de un acto solemne.
En Toledo, la población menor de 0 a 18 años asciende a un total de 8.276 personas, lo que representa el 20,4 por ciento de la población total. Además, en 2014, la capital contaba con un total de 1.130 menores extranjeros, el equivalente al 8,5 por ciento del total de la población menor.