Hace más de 90 años se rodaron unas breves imágenes, hasta ahora desconocidas, de nuestras fiestas del Corpus Christi por la empresa francesa Pathé-Baby. La película fue adquirida por el Archivo Municipal de Toledo con el fin de ponerla a disposición de todos los toledanos y a documentarla dedicamos los siguiente párrafos.
Esta brevísima película documental de 1928, procedente de un noticiario francés, es un documento de gran interés para nuestras fiestas del Corpus, ya que recoge la primera vez que la Custodia de Arfe atravesó la plaza de Zocodover, espacio que hasta la fecha permanecía fuera del recorrido procesional, ya que los participantes lo bordeaban para pasar de la calle Ancha a la de la Sillería.
El noticiario, filmado mediante el sistema Pathé-baby (película de 9,5 mm), era la Pathé Gazette, un “Journal vivant d’actualités” de carácter bimensual, correspondiente al 19 de julio de 1928. La información toledana compartía espacio en él con las carreras de caballos de “La Grande Semaine de Paris” (hipódromos de Auteil y Longchamp), un pase de modelos en traje de baño, un “derby” o vuelo trasatlántico de la famosa aviadora Mabel Boll (1893-1949) y el certamen de Miss Universo celebrado en la isla de Galveston (Texas, Estados Unidos).
Las vistas de la procesión del Corpus Christi aparecen precedidas por el intertítulo “Espagne. La Fête Dieu a Tolède”. A continuación, se señala la gran antigüedad de la fiesta, así como el mito de que la cruz interior de la Custodia fue realizada con el primer oro que Cristóbal Colón trajo de América (“Cette châsse vénérée, vieille de 4 siècles, porte une croix faite avec l’or que Christophe Colomb rapporta d’Amerique”). El anónimo cámara filmó tanto desde los balcones del recorrido procesional -engalanados con sus tradicionales reposteros- como a pie de calle. Inmortalizó a los sacerdotes y servidores catedralicios más próximos a la Custodia, así como a la escuadra de gastadores de la Academia de Infantería, cuyo director era en 1928 el coronel Carlos Guerra. Hubo también varios participantes ataviados con las armaduras del siglo XVII pertenecientes a la Real e Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. Cerró la procesión una escolta, con bandera y acompañamiento musical, formada por una compañía de Ametralladoras (desfilando con fusiles), según publicaría El Castellano un día después de la procesión, el 8 de junio.
El mejor plano de todo el conjunto es, sin duda, el avance de la Custodia por Zocodover, destelleante bajo el sol y por efecto de las capas blancas de los caballeros del Santo Sepulcro, cuyo capítulo acababa de ser creado y participaba por primera vez en esta procesión.
El Corpus Christi de 1928 fue especial en Toledo por varias razones, comenzando, el 31 de mayo, jueves anterior a la celebración, por una multitudinaria procesión infantil en la que participaron más de 3.000 niños, agrupados por parroquias. Fue encabezada por el arzobispo, el cardenal Pedro Segura, siendo cerrada por las autoridades docentes de la ciudad.
A diferencia de lo que sucede hoy, la víspera del Corpus se desplazó la atención desde el Casco al hospital de Tavera, donde comenzó, bajo la dirección del músico Víctor Espinós (1871-1948), la puesta en escena de varios “retablos” escénicos sobre diferentes momentos y personajes de la historia de España. Esta misma idea volvería a repetirse, el viernes 8 de junio, en una multitudinaria cabalgata que transcurrió entre la Vega y la puerta del Perdón de la Catedral. Participaron en ella alrededor de 1.200 personas caracterizadas, y cuya intención simbólica era mostrar el culto de España por la Eucaristía a través de los grandes personajes de su historia.
Fue, además, la primera gran procesión en la que participaban los caballeros del Santo Sepulcro de Toledo, cuyo capítulo se acababa de constituir a comienzos de abril. El 7 de junio de 1928, a las ocho de la mañana, se produciría una segunda imposición de hábitos a nuevos hermanos en la capilla del Palacio Arzobispal. Conocemos por las páginas de El Castellano cómo terminó la alocución del cardenal Segura a los nuevos caballeros: “Fortaleceos en esta Mesa con el Pan de los Fuertes y salid como leones contra vuestros enemigos”.
La principal novedad de aquel Corpus, no obstante, fue la modificación del recorrido procesional, de manera que la Custodia atravesase la plaza de Zocodover hasta el balcón del arco de la Sangre, lugar en donde se produciría la bendición del Arzobispo. Así describió El Castellano lo que la Pathé Gazette mostraba en imágenes: “Y así llegamos a la histórica plaza de Zocodover, donde se había congregado un público inmenso que lo llenaba todo, plaza, calles, balcones, ventanas, sin que quedara un punto libre para un nuevo espectador. El silencio y el respeto de todos eran imponentes. La custodia avanzó por entre las apiñadas filas hasta enfrentar con el histórico Arco de la Sangre”.
ADOLFO DE MINGO LORENTE
Historiador del arte y periodista