Egipto: Ciudadano irlandés absuelto y cientos de personas condenadas en juicio colectivo sin garantías - Ayuntamiento de Toledo

La absolución del ciudadano irlandés Ibrahim Halawa por un tribunal penal de El Cairo hoy, tras un juicio colectivo de 494 personas absolutamente carente de garantías, pone fin a sus cuatro años de odisea y subraya la necesidad de que otros 442 encausados en el mismo proceso, a quienes se han impuesto penas de entre cinco años de cárcel y cadena perpetua, vuelvan a ser juzgados con arreglo a las normas internacionales sobre garantías procesales o sean puestos en libertad.

Ibrahim Halawa fue detenido a la edad de 17 años junto con más de 330 personas durante el estallido de violencia de las protestas del 16 y el 17 de agosto de 2013 alrededor de la mezquita de Al Fath de El Cairo, en las que perdieron la vida al menos 97 manifestantes. No hay evidencia de que haya participado en actos de violencia, y Amnistía Internacional cree que fue detenido únicamente por ejercer pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión y reunión.

“Aunque la buena noticia de que Ibrahim Halawa ha sido absuelto hoy tras pasar cuatro años detenido ilegalmente es un alivio, llega con mucho retraso. Halawa es un preso de conciencia que, para empezar, nunca debería haber sido detenido” ha afirmado Najia Bounaim, directora de Campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África.

Ibrahim Halawa ha sido absuelto tras pasar cuatro años en la cárcel. Una medida que llega con mucho retraso.

“La absolución de Ibrahim Halawa pone fin a la gran injusticia cometida en su caso. Sin embargo, es realmente vergonzoso que al mismo tiempo las autoridades egipcias hayan impuesto duras condenas a otras 442 personas tras un simulacro de actuaciones judiciales en un juicio colectivo que incumplió las normas más básicas sobre juicios justos, mientras que los agentes de las fuerzas de seguridad que hicieron un uso excesivo y letal de la fuerza durante las protestas de ese día han quedado impunes.”

Amnistía Internacional pide que el resto de los encausados que hayan sido detenidos y condenados por ejercer pacíficamente sus derechos legítimos sean puestos en libertad de inmediato.

La organización, tras analizar el sumario y entrevistarse con al menos cinco abogados que trabajan sobre la causa, ha concluido que, para dictar las condenas el tribunal se basó totalmente en informes poco sólidos de las fuerzas de seguridad y en investigaciones llevadas a cabo por la Agencia de Seguridad.

Según un informe pericial audiovisual enviado al tribunal por el Ministerio del Interior, sólo parece haber pruebas en contra de dos de los 330 acusados detenidos con relación a esta causa desde hace más de cuatro años.

“Este juicio ha sido una cruel farsa de principio a fin.” Desde basarse en testimonios cuestionables a descartar pruebas clave y privar a los acusados de los medios adecuados para su propia defensa, estas actuaciones ponen al descubierto las profundas deficiencias del famoso sistema de justicia penal de Egipto”, ha manifestado Najia Bounaim.

Todas las personas recluidas únicamente por ejercer de forma pacífica su derecho a la libertad de expresión y reunión deben ser puestas en libertad de inmediato. Las personas contra las que haya suficientes pruebas admisibles deben volver a ser juzgadas en procedimientos justos que cumplan las normas internacionales sobre juicios justos y sin posibilidad de que se les aplique la pena de muerte, o ser puestas en libertad.”

El juicio se celebró en una sala de la cárcel de Wadi al Natroun, a unos 110 kilómetros al norte de El Cairo. Los abogados dijeron a Amnistía Internacional que durante el juicio se mantuvo a los acusados tras una pantalla de cristal que les impedía oír las actuaciones y participar en el juicio. Celebrar un juicio en una cárcel también socava la presunción de inocencia de los acusados.

Información complementaria

El tribunal ha condenado hoy a 43 de los acusados a cadena perpetua (25 años, según las leyes egipcias), a 399 a penas de entre cinco y 15 años de cárcel, y ha absuelto a 52, entre ellos Ibrahim Halawa. El número de acusados ascendía a 494, 333 de los cuales estaban detenidos. Las personas condenadas in absentia pueden recurrir la sentencia y volver a ser juzgadas ante el mismo tribunal, y las que estaban presentes pueden recurrir ante el Tribunal de Casación.

Fuente: https://www.es.amnesty.org