Miles de personas refugiadas y migrantes más podrían morir en el mar si se aplica un deficiente código de conducta para las organizaciones no gubernamentales (ONG) que llevan a cabo labores de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo central, han declarado hoy Amnistía Internacional y Human Rights Watch, tras revisar un borrador filtrado del documento.
“La propuesta de código de conducta para las ONG que salvan vidas en el Mediterráneo podría poner vidas en peligro, lo cual es perverso. Los intentos de restringir las operaciones de búsqueda y salvamento de las ONG, que están salvando vidas, podrían poner en peligro a miles de personas al dificultar el acceso de los barcos a las peligrosas aguas próximas a Libia”, ha afirmado Iverna McGowan, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
El código de conducta, elaborado por Italia, se propuso por primera vez en una reunión informal del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de la UE el 6 de julio de 2017.
El borrador de pacto restringiría la labor de las ONG que llevan a cabo operaciones de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo central con las siguientes medidas:
- Les prohíbe entrar en aguas territoriales libias para realizar salvamentos.
- Les prohíbe usar luces para indicar su posición a las embarcaciones en riesgo inminente de hundimiento.
- Las obliga a regresar a puerto para desembarcar a las personas refugiadas y migrantes, en lugar de permitirles trasladar a las personas rescatadas a otros barcos en el mar en caso necesario. Esto obligaría a los equipos de búsqueda y salvamento de las ONG a alejarse durante largos periodos de la zona donde son necesarios, dejando a más personas en peligro de ahogarse en el Mediterráneo central.
El borrador incluye la amenaza de negarse a permitir que los barcos de las ONG desembarquen en Italia si no firman el código o incumplen alguna de sus disposiciones.
Cualquier código de conducta, de ser necesario, debería tener por objetivo que las operaciones de rescate marítimo sean más efectivas
Cualquier código de conducta, de ser necesario, debería tener por objetivo que las operaciones de rescate marítimo para salvar vidas sean más efectivas, han manifestado Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Además, debería acordarse previa consulta con los grupos que realizan dichas operaciones, aplicarse a todos los barcos que llevan a cabo salvamentos en el Mediterráneo y no estar vinculado al desembarco.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch creen que el código de conducta podría, en algunos casos, dificultar las operaciones de salvamento y retrasar los desembarcos en un lugar seguro en un plazo razonable, lo que infringiría las obligaciones que han de cumplir tanto los Estados como los capitanes de navío en virtud del derecho internacional marítimo.
La propuesta italiana de un código de conducta para ONG se produce en medio de una campaña de estigmatización orquestada contra estos grupos y coincide con la petición de Italia de que se reparta más entre los Estados miembros de la UE la responsabilidad del salvamento y el desembarco. La UE y sus países miembros no han proporcionado a Italia ni a otros Estados miembros de primera línea el apoyo y la asistencia compartidos que necesitan. Por el contrario, la Unión se ha centrado en formar a la guardia costera libia, dependiente del Gobierno de Acuerdo Nacional que respalda la ONU, con el fin de aumentar su capacidad para interceptar barcos. Amnistía Internacional y Human Rights Watch han documentado conductas temerarias y abusivas de las fuerzas de la guardia costera libia.
“Las ONG están en el Mediterráneo rescatando a personas porque no lo está haciendo la UE”, ha declarado Judith Sunderland, directora asociada de Human Rights Watch para Europa y Asia Central. “Habida cuenta de la magnitud de las tragedias en el mar y los terribles abusos a los que están expuestas las personas migrantes y solicitantes de asilo en Libia, la UE debería trabajar con Italia para mejorar y fortalecer la búsqueda y el salvamento en las aguas libias en lugar de limitarlos”.
Información complementaria
El 12 de julio, la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo celebrará un “intercambio de opiniones sobre búsqueda y salvamento en el Mediterráneo” entre parlamentarios y parlamentarias, la guardia costera italiana, la agencia europea para la gestión de las fronteras (Frontex) y ONG.
Desde enero de 2017 han muerto en el Mediterráneo central más de 2.000 personas, según la Organización Internacional para las Migraciones.
La semana pasada, Amnistía Internacional publicó un nuevo informe, titulado A Perfect Storm, sobre la relación entre el fracaso de las políticas de la UE y este creciente número de muertes, y los terribles abusos a los que están expuestas miles de personas refugiadas y migrantes en los centros de detención libios. El 19 de junio, Human Rights Watch publicó un detallado informe sobre la falta de capacidad de las fuerzas de la guardia costera libia para llevar a cabo operaciones de búsqueda y salvamento seguras.
Las ONG han rescatado a más de 80.000 personas refugiadas y migrantes que cruzaban el mar desde Libia hacia Italia desde que se canceló la operación italiana “Mare Nostrum” en 2014.
En una conferencia de prensa celebrada en Bruselas el martes 4 de junio, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) criticaron la propuesta de código de conducta para las ONG.
Este año, dos investigaciones de sendas comisiones parlamentarias italianas no hallaron ninguna prueba de conducta indebida por parte de las ONG que llevan a cabo operaciones de búsqueda y salvamento o contribuyen a actividades de búsqueda y salvamento. La guardia costera y la Armada italianas han expresado su opinión de que las ONG son útiles y muestran una actitud de colaboración.
Fuente: https://www.es.amnesty.org