El Departamento de Estado ha afirmado hoy que la administración Trump podría no reconocer que las agencias de reasentamiento de refugiados tengan una “relación de buena fe” a efectos de la aplicación de su prohibición de la entrada de refugiados. La decisión de la administración supone que decenas de miles de refugiados de países de todo el mundo que estaban en proceso de reasentamiento en Estados Unidos quizá no puedan entrar en el país en este año fiscal. Naureen Shah, directora general de Campañas de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha hecho la declaración siguiente:
“Esta política es en la práctica una prohibición de la entrada de muchas personas refugiadas y tendrá efectos devastadores para quienes están en proceso de reasentamiento. Pondrá en peligro la vida de las personas más vulnerables del mundo, entre ellas muchas personas y familias que huyen de la guerra, la violencia y la tortura.
“Las personas refugiadas no son una amenaza. Huyen de una violencia terrible para intentar rehacer su vida. Quieren la misma seguridad y las mismas oportunidades que querríamos cualquiera de nosotros si estuviéramos en su lugar. No se las debe convertir falsamente en chivos expiatorios con la excusa de la seguridad nacional.
“Es inaceptable e hipócrita que el presidente Trump insista en la prohibición de la entrada de personas refugiadas a la vez que su administración amenaza al presidente Al Asad por los ataques con armas químicas. Está claro que, en la perspectiva de la administración sobre Siria, una cosa es el hombre responsable de los crímenes de guerra y otra muy distinta la personas contra quienes los comete.”
Fuente: https://www.es.amnesty.org
