Los trabajadores migrantes de las obras del Mundial 2022 de Qatar continúan sufriendo abusos y explotación, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, cuando el estadio de fútbol más emblemático del país acoge un partido por primera vez desde su remodelación.
Las empresas participantes en la reforma del Estadio Internacional Jalifa han sometido a sus trabajadores a abusos laborales sistemáticos, que Amnistía Internacional denunció el año pasado. El estadio va a inaugurarse el viernes por la noche, un mes después de que auditores independientes publicaran nuevos datos de la explotación constante de los trabajadores y trabajadoras migrantes en todos los proyectos de la Copa Mundial.
“Ha pasado un año desde que Amnistía Internacional denunció la explotación de los trabajadores migrantes que han ayudado a construir el Estadio Internacional Jalifa, pero en las sedes de Qatar 2022 continúan los abusos”, ha señalado James Lynch, subdirector del Programa sobre Asuntos Globales de Amnistía Internacional.
“Los organizadores del Mundial de Qatar ha impuesto condiciones especiales a los contratistas, para que pongan fin a esta situación, pero lo cierto es que los trabajadores de sus obras viven todavía sometidos al represivo sistema de patrocinio del país, que proporciona a los empleadores poderosos medios para cometer abusos contra ellos.
“Puesto que se está contratando a centenares de miles de personas más para construir y atender al menos otros siete estados para la Copa Mundial, junto con la infraestructura de apoyo del campeonato, serán muchos los trabajadores y trabajadoras migrantes más que estarán en situación de grave riesgo en los próximos cinco años.”
En su informe de 2016 “El lado oscuro de un bello juego: Explotación en una de las sedes de la Copa del Mundo 2022 de Qatar“, Amnistía Internacional puso de relieve cómo se explotaba a los trabajadores migrantes en el Estadio Jalifa.
Muchas de las personas entrevistadas explicaron que estaban muy endeudadas porque habían tenido que pagar comisiones de contratación enormes, mientras a otras les habían confiscado el pasaporte y, en algunos casos, estaban sometidas a trabajo forzoso.
Las conclusiones publicadas el mes pasado por un auditor independiente, Impactt Ltd, revelan que los abusos continúan a pesar de los constantes intentos de la FIFA por retocar la imagen del campeonato.
“Los trabajadores migrantes del Estadio Internacional Jalifa han sufrido ya las consecuencias de la falta de medidas de Qatar y la FIFA para abordar de verdad los peligros del sistema de patrocinio qatarí. Es necesario reconsiderar con urgencia la situación para evitar que los abusos laborales se conviertan en el legado de la Copa Mundial 2022”, ha afirmado James Lynch.
La reciente auditoría, que se centró en 10 contratistas seleccionados al azar (de los 149 que trabajan en total en la Copa Mundial), refleja muchas de las conclusiones de la investigación de Amnistía Internacional. Entra los diversos abusos de los proyectos de la Copa Mundial que se identifican en ella figuran:
• el 79% de los trabajadores denuncian haber pagado comisiones de contratación.
• los contratistas obligan a los trabajadores a hacer un número excesivo de horas, y la mitad no les conceden días libres; había una persona que llevaba casi cinco meses (148 días) trabajando ininterrumpidamente, sin librar ningún día.
• el 25% de los trabajadores de una de las empresas afirmaban que no se atrevían a informar de problemas de salud o de seguridad por temor a sufrir represalias.
• Cuatro de los 10 contratistas estudiados retenían los pasaportes a los trabajadores, lo que podría ser delito de acuerdo con legislación qatarí.
Los auditores determinaron que se estaban haciendo algunos avances, pero identificaron abusos en los 10 contratistas utilizados como muestra.
El Estadio Jalifa será la primera sede de la Copa Mundial que se inaugure cuando, el próximo viernes, acoja la final de la Copa del Emir entre los equipos locales Al Rayyan y Al Sadd.
Fuente: https://www.es.amnesty.org