La concejala de Igualdad, Inés Sandoval, así como otros miembros de la Corporación municipal, entre quienes se encontraban el concejal de Servicios Sociales, Javier Mateo, o la edil de Participación Ciudadana, Helena Galán, han participado en la concentración mensual contra la violencia machista que viene celebrándose cada primer martes de mes en el Paseo de la Vega pero que, debido a la festividad de Todos los Santos el pasado día 1, tuvo que posponerse a este martes.
La Asociación de Mujeres ‘María de Padilla’ ha sido la encargada de leer el manifiesto de repulsa contra la violencia machista y ha puesto el acento en las violaciones que se producen “dentro o fuera de la pareja”, al entender que utilizar la fuerza o la intimidación para conseguir los favores sexuales de una mujer sin su consentimiento para satisfacer el deseo o impulso sexual del hombre es violencia de género.
Los datos, han mantenido, “son sangrantes” puesto que cada minuto tres mujeres son violadas en todo el mundo y unos 120 millones de niñas, más de una de cada diez, han sufrido en algún momento coito forzado u otro tipo de relaciones sexuales forzadas. Otro dato significativo es el que arroja la cifra de 250 millones de niñas que son casadas con menos de 15 años.
“Violación matrimonial”
La Asociación ‘María de Padilla’ ha mantenido durante su alocución la incidencia de otro delito “muy cuestionado por la legislación vigente” que es el de las “violaciones matrimoniales”, tan “degradantes como traumáticas” puesto que la persona violada por un extraño convive con esa experiencia en su memoria pero la violada por su pareja convive con el violador experimentando repetidos asaltos sexuales a lo largo de los años.
Asimismo, han destacado que esta “aguda sensación de temor” provoca “profundas heridas psicológicas” que se mantienen en el tiempo y que, hoy en día, la sociedad justifica al entender que “cuando alguien se casa, el acto sexual es parte del contrato matrimonial”.
La cita ha concluido con un poema recitado por la escritora Macarena Alonso (“Un no es un no, tan claro como el agua cristalina de un arroyo. No utilices tu fuerza de hombre para imponer caricias desgarradoras. No te sirvaqs de la complicidad de la noche. Ni de la compañía de otros lobos salvajes como tú. No deshonres al ser humano. Mi cuerpo es mío, no lo cosifiques”..)