La actuación, realizada en los números 15 y 17 de la calle Carretas, “es un ejemplo muy claro de lo que queremos, un Casco con habitantes y recuperando patrimonio monumental” ya que se ha despejado de edificaciones anexas un cubillo de la muralla que hasta ahora quedaba oculto y dos familias podrán trasladarse a vivir a los inmuebles rehabilitados.
Como ha dicho el alcalde y presidente del Consorcio, este proyecto completa la actuación global de la fachada norte del Casco Histórico, donde se han arreglado varias viviendas y se están saneando las edificaciones conventuales. Para complementar la reforma de este entorno, en las próximas semanas se instalará la nueva iluminación artística de la Puerta del Sol.
Cubo del Azor
El concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, ha explicado que el Consorcio de Toledo llegó a un acuerdo con la propiedad de sendos inmuebles para, mediante convenio, cofinanciar las obras de recuperación que se incluyen en el Sector de Rehabilitación nº 8 del POM.
Por su parte, el gerente del Consorcio, Manuel Santolaya, ha declarado que se persigue con la intervención recuperar la visibilidad del cubo de muralla del que fue el primer recinto amurallado de la ciudad, de forma que se pudiera establecer, en el corto espacio que media entre la Puerta del Sol y la Puerta de Alarcones, una recuperación visual del lienzo de muralla musulmán.
De esta manera, se recupera el torreón defensivo, llamado cubo del Azor, a la vez que se crea una calle interior de uso privado que permite la aproximación al cubo y la contemplación de la muralla, visión que ha estado vedada hasta ahora por encontrarse ocupados los dos solares objeto de la intervención por sendas edificaciones en estado de semirruina.