Esta actuación policial se registró a las 3,50 horas en las inmediaciones de la Glorieta de Alfonso VI. Una dotación de la Policía Local observó un vehiculo que aumentaba y disminuía la velocidad de forma alternativa sin motivo aparente. Al ser interceptado, se apreció que el conductor presentaba un fuerte olor a alcohol, además de ver como entre sus piernas sujetaba un vaso conteniendo “cubalibre”. Sometido a la prueba de alcoholemia ofreció un resultado de 1,00 mgs/l en aire espirado.
Ante esta circunstancia, el conductor fue trasladado a las dependencias de la Policía Local a efectos de realizar un nuevo control con etilómetro evidencial, realizándolo primero de forma incorrecta y luego negándose a repetirlo argumentando motivos de salud. Conocido este extremo, se solicitó la presencia de una UVI para su reconocimiento, determinando el personal de la misma que no presentaba ningún motivo clínico que le impidiese realizar la prueba.
Se informó al interesado de que la negativa a la prueba de alcoholemia es un delito contemplado en el artículo 383 del Código Penal y de las consecuencias de su negativa. A pesar de ello, continuó en su actitud y no realizó el control. En consecuencia, por agentes de la Policía Local instruyeron diligencias imputándole dos delitos: conducir bajo influencia de bebidas alcohólicas y negativa a realizar pruebas de alcoholemia.