Rafael Villar exhibe en su exposición “Imaginando Toledo” imágenes de la ciudad “trasgrediendo los principios estéticos de la fotografía, creando un Toledo cargado de atmósferas esotéricas e incluso espirituales, capturando el alma de artistas como El Greco”, según él mismo reconoce.
Este fotógrafo autodidacta está afincado en Toledo desde 1991 y siempre ha centrado su obra en la tauromaquia, apoyándose en las imágenes para defender esta fiesta; si bien, reconoce haber traspasado su propia frontera para ofrecer otro punto de vista sobre la capital regional.